Hoy una entrada esquemática, voy a haceros una lista de todos mis compañeros de trayecto matutino al trabajo que consiste en 5 minutos en bus, 20 minutos en metro y 20 minutos en otro bus. No hablo con ninguno:
1. El tipo raro con barba, coincido con él en el primer autobús y vamos juntos hasta el mismo complejo de oficinas. Sin haberlo declarado, echamos carreras para ver quien es el primero en llegar al andén o a la parada del segundo autobús (los primeros que llegan consiguen sentarse). No me cae bien.
2. La vieja china que hace gimnasia en el andén (en la foto). Se apoya en el pasamanos de la escalera y se dedica al aerobic.
3. El chaval pijo, va repeinado y de Ralph Lauren, pero debe ser un poco de palo porque aquí el que va en autobús o es que le pilla muy muy bien o no tiene un duro (en serio que el segundo bus es bastante incómodo).
4. El Redneck (paleto), bueno de estos hay muchos. Suelen ir en plan guarrete con manchas, sin afietar y con gorra de baseball o casco de obra. Comiendo el desayuno o el café en el autobus.
5. La pareja de homosexuales. Les veo todas las mañanas sentados en el mismo sitio del vagón del metro, son como Hernández y Fernández, con bigotito y sombrero. Van cogidos de la mano y les caen muy bien a otros compañeros de trabajo con los que se cruzan (pongo el oido cuando me siento alguna vez cerca de ellos).
6. La china afro. No se mucho de ella. (ni que supiera algo de los demás)
7. El hombre de cincuenta y tantos años y con síndrome de down, puede sonar cruel pero me molesta coincidir con él porque no hace cola en el autobús y luego corre para subirse el primero y sentarse. No creo que su condición le impida ir de pie en el autobús.
8. La chinita (o india, perdón, first nation) no muy agradaciada que trabaja en el mismo edificio que yo.
9. La mujer que siempre lleva un café en la mano, mide 1.50 y parece lesbiana.
Y hay alguno mas que ahora mismo no me acuerdo. Con muchos coincido de vez en cuando a la hora de volver del tajo.
* Hecho curioso, a la hora de esperar al autobús los canadienses no se pegan al bordillo como solemos hacer nosotros sino que se alejan bastante del paso de los coches, es curioso vernos a todos en la parada porque yo me pego al bordillo (hay, además un arcén bastante generoso) y todos los demás están esperando a 20 metros detrás.
* Otro hecho curioso, aquí el fumar es de apestados (como en todo lugar civilizado), no se puede fumar a menos de 3 o 6 metros de la entrada de muchos edificios y en las paradas de autobús los fumadores no fuman en la cola, en plena calle, sino que se apartan varios metros para no molestar a los demás.
Este anuncio me pone los pelos de punta ¿verdad que no es muy acertado?